(Pequeña reseña escrita hace tres años. Casi ni me reconozco en estas oraciones)
Estaba a la caza de “The Drop” desde hace un tiempo, sobre todo por tres razones. La principal, Denis Lehane, maravilloso novelista que ha generado un par de cintas majestuosas como Shutter Island y Mystic River. Lehane, de quien recomiendo su obra encarecidamente, se encuentra a la vanguardia de esa nueva literatura noir que contiene, entre otros nombres, al impresionante Daniel Woodrell.
La segunda razón tenía que ver con James Gandolfini, que plasma aquí una última y memorable actuación, antes de que nos dejara sumidos en la tristeza por esa pérdida tan inesperada y dolorosa. Y la tercera, pero no menos importante, responde al nombre de Tom Hardy. Sólido actor de formación teatral, Hardy me había dejado bocabierto en aquella cinta del talentoso Christopher Nolan, The Dark Knight Rises, por su papel de Banes.
¿El resultado? Una historia simplísima repleta de personajes soberbios, que transpiran sudor y sangran sangre. Una historia de perdedores que de alguna u otra forma se redimen en las barriadas proletarias de New Jersey. ¿Gandolfini y Hardy? Rozando lo genial.
Publicado por