Beto, un blanquito citadino en rudas tierras de cowboys. Andrew, un negrito “culturoso” y con desplante a la usanza de los intelectuales caucásicos de la izquierda. Ambos eran los candidatos estrellas del nuevo partido demócrata. Decididamente colectivistas y ambiciosos, hacen palidecer como “conservadores” y “retrógrados” a los escasos miembros de la vieja guardia partidista que aún no han sido conversos a la nueva religión de Sanders y de Obama. Sus derrotas han sido relativas, ya sea por la inmensa cantidad de dinero que fue destinada a sus campañas, o por la etnografía o por el resultado de tantas décadas de limpieza ideológica desarrollada en las escuelas e instituciones oficiales. O’Rourke estuvo cerca del incumbente Cruz en el estado más conservador de la unión (muy a pesar de Houston, San Antonio y Dallas, esos santuarios liberales) … Gillum primero destronó a los escogidos del establishment en las primarias y luego ha luchado voto a voto (con ayuda de la Brenda Snipes de ocasión) la gobernatura a DeSantis. Son signos de los tiempos que vivimos y del poder que la izquierda ha adquirido a lo largo de las últimas décadas…
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Rafael Piñeiro-López
Rafael Piñeiro-López, escritor, ensayista y Doctor en Medicina (1994). Ha sido articulista en diarios como Periodista Digital (España) y La Razón (Argentina). Ha publicado los poemarios "Los Hombres Sabios" (Editorial NeoClub 2015) y "La Bala de Sansón" (Editorial Signum Nous, 2016). Fue fundador y editor general de la revista sobre Arte, Cultura y Pensamiento "Signum Nous". Reside en la ciudad de Miami. Ver todas las entradas de Rafael Piñeiro-López
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