*Escrito en Agosto del 2016
Game of Thrones, es cierto, no posee la profundidad existencial de The Walking Dead ni el espíritu heroico de Band of Brothers y ni siquiera la amenazadora negritud de Carnivale y, sin embargo, es hace cuasi imposible dejarla a un lado una vez que se empieza. ¿Las razones? Son muchas. La imprecisión de Martin, ese devenir por las sombras de la crueldad extrema, la inmisericorde puja por la ascensión sobre los otros…
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