Si, claro. Better Call Saul no es Breaking Bad. No hay problemas con eso. Pero su alma y su carne son también una invención de Vince Gilligan. Y aunque la cuarta temporada de la serie no esté a la altura de las primeras tres, sigue siendo una pieza de excelencia. El personaje de Jimmy, inadaptado, complejista, levemente psicópata, es el reflejo de un mundo que siempre ha estado ahí, al acecho de todos, con sus luces y sus sombras, como un poema gris de Whitman, como un ramble on de Bonham y Page… “Got no time for spreadin’ roots / The time has come to be gone / And thoough our health we drank a thousand times / It’s time to ramble on…”
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Rafael Piñeiro-López
Rafael Piñeiro-López, escritor, ensayista y Doctor en Medicina (1994). Ha sido articulista en diarios como Periodista Digital (España) y La Razón (Argentina). Ha publicado los poemarios "Los Hombres Sabios" (Editorial NeoClub 2015) y "La Bala de Sansón" (Editorial Signum Nous, 2016). Fue fundador y editor general de la revista sobre Arte, Cultura y Pensamiento "Signum Nous". Reside en la ciudad de Miami. Ver todas las entradas de Rafael Piñeiro-López
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