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Espantado de todo me refugio en COVID…¿Se imaginan que en el invierno próximo todos los medios periodísticos del mundo se dedicaran a hacer seguimiento de cada uno de los pacientes contaminados, hospitalizados y muertos por la epidemia anual de Influenza? La histeria del Coronavirus se multiplicaría por cien y nos enteraríamos de inmolaciones colectivas y de abnegados militantes de las redes sociales proclamando el fin del mundo con un cierto grado de alegría y emoción. Claro, las cifras no serían las que se manejan ahora en plena histeria del COVID. En vez de hablar de la increíble muerte de 500 pacientes en un día en todo el mundo, estaríamos refiriendo a los 3 mil muertos de una jornada cualquiera en los cinco continentes, y de los 2 millones de contaminados en las últimas 24 horas, y de las 250 mil hospitalizaciones en una noche… Pues bien, esas cifras (y también mayores) son las que hemos estado manejando en la última década, y ustedes, fanáticos disciplinados del Apocalipsis ¿han dicho algo al respecto? ¿al menos han mencionado sus aprehensiones en un simple post en las redes sociales? No me vengan con cuentos ahora, ni quieran dárselas de más humanos y sabihondos y enterados. La histeria absurda es lo que los mueve, ni más ni menos. Ojalá que desde ahora, aunque sea, reconozcan que el ejercicio de la medicina no es en blanco y negro y que nada tiene que ver con políticos mesiánicos ni con periodistas chillones y tremebundos. ¡Tengan la decencia, al menos, de respetar las posiciones de quienes nos dedicamos a esto desde toda una vida! Demasiados idiotas, como bien nos diría Umberto Eco, sembrando el pánico, el pesimismo y la desazón.