Las posibilidades de que el COVID-19 haga estragos en Cuba son inmensas, estén limitadas o no las salidas por sus puertos marítimos y aeropuertos. La población isleña es “vieja” en sentido general (no tan vieja como la italiana, es cierto), y el legado terrible de aquellos cigarrillos populares se traduce en infinidad de patologías respiratorias crónicas, a lo cual hay que sumar el hambre que afecta sobre todo a la población de mayor riesgo. Pero la causa principal por la que el COVID virus hará estragos en la isla es fundamentalmente por lo precario de sus instituciones de salud, por lo ralo y arcaico y deficiente de sus salas de terapia intensiva, por la escasa probidad de sus equipos de respiración asistida. Las cifras reales de afectados, de muertos, jamás las conoceremos. Y tendremos que tolerar a todos aquellos que alabarán al sistema castrista de salud tras la tormenta. Pero nosotros sabemos…
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Rafael Piñeiro-López
Rafael Piñeiro-López, escritor, ensayista y Doctor en Medicina (1994). Ha sido articulista en diarios como Periodista Digital (España) y La Razón (Argentina). Ha publicado los poemarios "Los Hombres Sabios" (Editorial NeoClub 2015) y "La Bala de Sansón" (Editorial Signum Nous, 2016). Fue fundador y editor general de la revista sobre Arte, Cultura y Pensamiento "Signum Nous". Reside en la ciudad de Miami. Ver todas las entradas de Rafael Piñeiro-López
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