A veces los extremos se tocan, y me refiero a alarmistas y a negacionistas, esas dos corrientes (si se quiere filosóficas y hasta sociológicas) que han florecido bajo la sombra de Covid en estos tiempos. Por un lado, unos apuestan a que los casos reportados del virus no aumentarán exponencialmente una vez diagnosticados en una región cualquiera. Por otro, una legión de alarmistas orgullosos reportan con el mentón en alto y el torso henchido que tantos nuevos casos positivos amenazan con eliminar nuestra existencia. A ambos grupos, entre los que se cuentan colegas, les recuerdo que como casi toda infección respiratoria, este Coronavirus se trasmite por droplets y su RO es de 2.5, lo que significa que por cada paciente contaminado, otros dos y medio lo adquirirán también. Por lo tanto, el aumento exponencial de casos no significa que el mundo se está acabando, es parte de la evolución natural de este tipo de epidemias.Por cierto, mientras más pacientes se expongan al nuevo germen más inmunidad de rebaño se creará, lo que provocará que comience a disminuir el número de contaminados, lo cual no está nada mal (teniendo en cuenta el bajo por ciento de letalidad del virus que no llega al 5% en todo el mundo y en USA no sobrepasa el 2) mientras aparece una nueva vacuna o un nuevo tratamiento.
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Rafael Piñeiro-López
Rafael Piñeiro-López, escritor, ensayista y Doctor en Medicina (1994). Ha sido articulista en diarios como Periodista Digital (España) y La Razón (Argentina). Ha publicado los poemarios "Los Hombres Sabios" (Editorial NeoClub 2015) y "La Bala de Sansón" (Editorial Signum Nous, 2016). Fue fundador y editor general de la revista sobre Arte, Cultura y Pensamiento "Signum Nous". Reside en la ciudad de Miami. Ver todas las entradas de Rafael Piñeiro-López
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