
Peter Weir es un gran narrador de historias, de los más destacados que ha dado el cine. Dúctil y genial. Desgarrador como pocos. Recordemos “The Year of Living Dangerously”, “Witness”, la inolvidable “Dead Poets Society”… Gallipoli, sin embargo, su vieja y olvidada Gallipoli, es una obra cumbre.
Cuando la vi, siendo aún un niño, no pude comprender la profundidad del dolor que nos contaba Weir. Tuvieron que pasar muchos años para poder percatarme que aquella historia es, un poco, la historia de todos.
En la campaña de los aliados en Turquía perecieron un cuarto de millón de hombres. Eso, sin contar las bajas turcas. El número total de muertos fue de medio millón de soldados. Weir nos habla de aquellos dos muchachos corredores, amigos entrañables, que terminan en una guerra sin sentido.
El dolor de la muerte es terrible, se los digo. Terrible… y transitorio…
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