
Fighting with my family” es inesperadamente divertida, fresca y vibrante. Además, tiene la rara cualidad de emocionar desde la honestidad, sin artificios ni lentejuelas vacuas. Sumémosle que Florence Pught es una actriz sencilla y soberbia y que la música utilizada es de primera. Y aparte de todas esas pequeñas cosas que les he dicho, la cinta de Stephen Merchant es algo más; es una aproximación cálida al mundo de los marginados y distintos, no desde la perspectiva proletaria del antiguo materialismo (que alguna vez monopolizó ese tipo de discurso) sino, todo lo contrario, desde el espíritu de la familia y de las relaciones humanas. Ojo, no es sólo una cinta para fanáticos de la WWE, es una historia acerca de cómo cumplir nuestros sueños. Y hay pocas cosas tan sinceras y sencillas y entrañables como esa.
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