
Death to Me, en su segunda temporada, a pesar de ser una especie de extensión de Big Littles Lies, posee un elemento inédito: humor negro, además de un muy buen manejo del tempo. Sin embargo, una fuerte primera mitad luego se diluye entre el discurso inclusivista a ultranza y esa pésima manía de comenzar a tomarse a sí misma demasiado en serio.
Publicado por