
Michael Winner fue un artesano promedio en la industria del cine, que tuvo la fortuna de filmar a grandes actores y que su etapa profesional más fructífera está vinculada para siempre a Karolis Dionyzas Bučinskis, alias Charles Bronson. Precisamente Death Wish es la pieza más emblemática de esta alianza. El filme, rodado en 1974 en New York, es la adaptación cinematográfica de una novela de Brian Garfield y muestra esa sensación de agotamiento del ciudadano común ante el crimen generalizado. Aunque algunos achacan a la serie un espíritu reaganista, en realidad la filosofía que animó a Winner era básicamente constitucionalista, si afrontamos a la pieza como lo que es: un canto de amor a la segunda enmienda. La escena final de la película por cierto, donde Bronson apunta risueño con su dedo a una banda de criminales, es ya un clásico del policiaco setentero.
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