
No creo que esta información se encuentre en ninguno de los textos de historia escritos sobre Cuba. Esto viene directo de la fuente.
No solo los anarquistas españoles o los seguidores de la Rusia estalinista, o los nostálgicos creyentes de Trotsky intentaron inocular a la Cuba republicana con el germen del comunitarismo. También, con menos suerte, la China de Mao Zedong tomó sus provisiones.
Para diciembre de 1952, de treinta mil habitantes chinos asentados en la isla, aproximadamente 300 eran considerados comunistas por la embajada norteamericana y por el ex embajador de la China nacionalista, C. T. Shen. Se agrupaban en la llamada “Alianza de apoyo a la democracia en China”, la cual contaba con sedes en La Habana, Santiago, Guantánamo y Cienfuegos.
Publicaban un diario llamado Kwong Wa Po, el cual era editado por un panadero avecindado en Santiago, Lion Yin Jong. La tirada era de ochocientos ejemplares. Para marzo de 1951 el gobierno de Prío Socarrás, en franca cruzada en contra de la ideología comunista, clausuró al diario, el cual reabrió tras el golpe de estado de Batista.
Los líderes del movimiento eran Manuel Luis (Lu Ka Tsu), un obrero de una fábrica de fideos en Santiago de Cuba, y que operaba como presidente de la Alianza. El secretario era Luis Li (Li Chich Chich), dueño de una tienda de abarrotes en La Habana. Enrique León (Leung Ju), otro tiendero de la Habana, era el presidente de la rama en la capital. Ignacio Leng, Guillermo Chong y Jesús Luis Chong eran los otros miembros del directorio.
Para ese entonces, es necesario aclarar, ningún chino militaba en las filas del PSP o partido comunista de la isla, probablemente debido a la postura estalinista que animaba a los afiliados criollos.
El contacto directo entre la China de Zedong y los comunistas asiáticos de la isla estaba sostenido por Angel Wu, un mulato-chino que había sido prisionero de los japoneses durante la Segunda Guerra Mundial.
*Escrito en julio 3 del 2015
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