La histeria covidiana ha logrado regresarnos al pasado, obligando a las madres a meterse en sus casas para cuidar a los hijos (que no pueden ir a las escuelas). Parece una historia pesadillezca por lo reaccionaria y medieval que resulta. Ha triunfado la opresión a la mujer… alentada precisamente por quienes se dicen defensores de las mujeres. Felicidades, sigan disfutando de su nuevo mundo!
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El Covid es una realidad y existe. Pero no es una realidad inédita. Todo lo que tenía que hablar sobre el virus y sobre la pandemia ya lo he dicho. No hay nada extra que agregar.
Una vez más la histeria y el oscurantismo (esta vez provenientes, incluso, desde la misma ciencia) se han impuesto. El sentido común no hace mella al entusiasmo sin límites de la fanaticada.
Las consecuencias son y serán terribles. Y es que hasta aquí hemos llegado, amigos míos.
963. The Lost Boys

“The Lost Boys” es un compendio de toda la parafernalia cultural de los ochenta, música, moda, nihilismo existencial… Y no podía ser otro que el recientemente fallecido Joel Schumacher quien pudiera lograr que funcionara el engranaje en una sola pieza.
El resultado del talento artesanal de Schumacher, (que ya desde “St Elmos Fire” entraba en su mejor época como realizador y que finalizaría en 1993 tras la magnífica “Falling Down”) es una especie de comedia negra-pop sumamente divertida y de gran carácter.
Sirvió, de paso, para ofrecer una visión distinta de la siempre seria y petulante cinematografía de vampiros. Lástima que sus ecos no sobrevivieran hasta estos días.
962. Basic Instinct

Lo mejor que filmó Paul Verhoeven en toda su carrera fue, sin duda alguna, Basic Instinct, aquella cinta de giros brillantes, ritmo preciso y excelentes actuaciones que terminó convirtiéndose en parte de la cultura popular debido a su arriesgado tratamiento del sexo como vehículo regenerador del sub género noir.
Para ello Verhoeven se apalancó en el siempre sólido Michael Douglas y en una, por aquel entonces, irresistible Sharon Stone, la rubia fatal que tenía al mundo a sus pies. Diálogos fantásticos y cortantes, una soberbia banda sonora perteneciente a James Goldwin y algunos de los mejores primeros planos de los cuales se pueda tener memoria han convertido a esta pieza en una obra que ha ganado con los años, y no sólo gracias al entrecruzado de piernas más famoso de la historia…
En resumen, Basic Instinct es una cinta brillante y entretenida, sabrosa y provocadora, algo que definitivamente ya no abunda en estos tiempos.