La cultura de la cancelación avanza a paso raudo. Todo aquel que no comulgue con el pensamiento único de un “futuro luminoso” (donde seremos felices sin atesorar pertenencias) es señalado, censurado, castigado. La prensa, las estrellas de cine, los dueños de equipos deportivos, los grandes conglomerados de negocios, los moguls de Silicon Valley, son los encargados de vigilarnos a la usanza de Saurón. Los intelectuales orgánicos de la nueva religión se ocupan de validar la nueva entelequia pseudo científica que rige cada estamento de nuestras vidas.
El retorno de la edad media ha llegado para quedarse, con edictos condenatorios y legiones de entusiastas y dedicados inquisidores incluidos. Los encontramos por doquier, haciendo regir la nueva moralidad orweliana. Señores, sigan pensando que el chicharrón es carne y se encontrarán con la sorpresa que el bueno de Bill Gates les tiene reservada. Mientras tanto, disfruten. Lo necesitarán encarecidamente…
Publicado por