José Antonio Kast ganó la primera vuelta de las elecciones en Chile cuando tras haberse contado el 67 por ciento de los votos llevaba una ventaja de tres puntos sobre su más cercano perseguidor. Matemática y estadísticamente, la suerte estaba echada.
Donald Trump ganaba los cinco estados claves en las últimas elecciones de noviembre, al filo del cierre de la jornada, con más del 50 % de votos contabilizados y ventajas entre 5 y 16 puntos en cada uno de ellos. Unas horas después se «viraría la tortilla».
¿Entienden lo que digo?
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