Klaus Schwab y Borge Brende, fundador y presidente del foro de Davos, respectivamente, acaban de sacar un comunicado condenando la invasión rusa y respaldando a Ucrania. «…condenamos profundamente la agresión de Rusia contra Ucrania, los ataques y las atrocidades», dicen.
Schwab y Brende son los ideólogos del postulado del great reset, que subraya el fin de los Estados Unidos como principal potencia mundial para el año 2030. Son también quienes verdaderamente echan hacia adelante la agenda de la justicia social crítica y de los «peligros del calentamiento global» como el ‘constructo’ de una nueva ideología.
Schwab y Brende han elegido a la China como ejemplo paradigmático de nación exitosa y compasiva. Que respalden a Xinping y carguen contra Putin puede no tener sentido para muchos, pero así son las cosas.
Quien crea que la dinámica geopolítica de estos tiempos continúa respondiendo a los postulados ideológicos tradicionales de los últimos 150 años está más perdido que un peo en un jacuzzi, como dice un buen amigo avecindado en Barcelona (allí los separatistas también se han solidarizado con Ucrania, por cierto).
Vivimos los prolegómenos de una nueva etapa de la humanidad entera. Nosotros, ustedes, somos testigos excepcionales del fin de una era y del comienzo (inquietante, aterrador) de otra. Tengamos los ojos abiertos. La historia no se trata, ni siquiera, de alianzas, apoyos y discursos. Yo, al menos, antes de convertirme en un seguidor de la conga de moda, prefiero observar a la distancia.
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