A propósito de una nueva cruzada de los medios por blanquear los hechos:
Thomas Harris, hoy en día, no hubiera podido describir a su Buffalo Bill de la manera en que lo hizo: No se emperifollaría con labial y joyas relucientes mientras sus víctimas mueren de hambre en un hoyo oscuro y maloliente ni mataría en pos de construir un vestido con la piel de sus infaustas damnificadas. De hecho, Harris será crucificado en un futuro no muy lejano, en nombre del bien y la tolerancia y lo sagrado, y arderá en sí mismo como aquellos libros incinerados por los nazis en las plazas públicas de las grandes ciudades.
La “ideología de género” es un mantra sagrado que hay que proteger a cómo dé lugar: mintiendo, obligando, tergiversando, empuñando un arma cualquiera contra la sien. Nada puede salirse del contexto de lo sacro en la nueva vertiente “progre”. Las ciencias serán arrasadas (ya vamos en camino de ello) y la imposición de una nueva verdad emergerá (ya está pasando) como la única cosa tolerable.
Sí, amigos míos, Harris será el nuevo Orwell de las callejuelas rojas de La Habana y Nueva York. Y nosotros los esclavos de una nueva “ciencia”.
Publicado por