Me resulta muy curioso cómo aquellos compatriotas que cumplen a cabalidad, por sus ideas y por sus acciones, con los estamentos de la izquierda tradicional, acusan y califican a otros de “izquierdosos” en aras de disminuirlos o agraviarlos.
Les digo que me resulta curioso y hasta simpático. Claro, es esa especie de simpatía amarga que emerge del tufillo insoportable de la doble moral y la ignorancia. Se creen, estos personajillos, que por oponerse de cierta forma al horror del castrismo, ya pueden ser considerados de derechas.
Y aún más! A los verdaderos conservadores los califican de extremistas! Es como para carcajearse sonoramente. Lo que les dije: ignorancia y oportunismo casi a partes iguales.
(Por cierto, todos estos nuevos anticastristas a mí me consideraban un extremista cuando le llamaba al castrismo tiranía. Todo muy risible y hasta ridículo)
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