Siempre, de una manera u otra, termino regresando al primer capítulo de The Walking Dead (Days Gone By), esa pieza maestra filmada por el gran Frank Darabon hace ya más de una década.
¿Poesía, me preguntan ustedes? Poesía es el despertar de Rick moribundo en un hospital de Georgia y su larga marcha entre cadáveres putrefactos. Poesía es el dolor de Duane y el apoteósico terror de su hijo. Poesía son las calles desoladas y terribles de Atlanta. El resto es bobería, Sarría.
La literatura escrita agoniza. Las artes escénicas también, pero el aldabonazo de Darabont al menos alcanzó para sembrar la esperanza del verso en una década en que el mundo comenzaba su incontenible cambio hacia un futuro autómata, arrastrando consigo la creatividad auténtica del hombre. Por eso hay que redimir el alma… de vez en cuando…