
Previo a un concierto en Newscastle, tras la salida de Ronnie James Dio, la gente de Rainbow, es decir, Ritchie Blacmore y compañía, habían tratado de convencer al nuevo vocalista Graham Bonnet, un tipo que usaba traje, lentes de aviador y pelo corto estilo militar, de que se dejara crecer el cabello. Habían logrado vigilarlo por un tiempo y una incipiente melena le llegaba casi a los hombros. El propio Blackmore decía que ya Bonnet mostraba una imagen «casi aceptable». Sin embargo, antes de ese concierto en Newscatle, los chicos de la banda le habían encargado a Colin Hart que vigilara a Grahan para que no cometiese una «locura». No obstante, una tarde cualquiera Bonnet saltó por la ventana de su habitación y fue directo hacia una barbería a cortarse todo el cabello sobrante. «Estuve a punto de darle un guitarrazo por la cabeza», cuenta el mítico Ritchie Blackmore, entre risas un par de décadas después. «¡Gracias a Dios que no lo hice!».
Publicado por