Hay un estudio del investigador del instituto Manhattan Christopher Rufo que se los recomiendo con entusiasmo. Trata sobre la implementación corporativa de la cultura woke en los Estados Unidos, por lo cual termina siendo en fin de cuentas una especie de bitácora cronológica sobre el enseñoramiento del horror del “progresismo” social en los Estados de la Unión. Es decir, es una muestra prístina y contundente sobre la pérdida de las libertades individuales y del sentido común en estos prolegómenos de una nueva era que vivimos.
En Disney, por ejemplo, es estableció un programa de capacitación llamado “Reimaging tomorrow” donde se enseña a los empleados que ellos mismos deben “asumir la responsabilidad de educarse sobre el racismo estructural contra los negros» debido a que Estados Unidos posee una «larga historia de racismo sistémico y transfobia», razón por la cual los trabajadores blancos deben «superar sentimientos de culpa, vergüenza y actitud defensiva para comprender qué hay debajo de ellos y comprender que deben ser sanados.” ¿Y cómo se logra “curar” a los pecadores blancos? Pues por mediación de un programa desarrollado por la empresa, llamado “21-Day Racial Equity and Social Justice Challenge”, donde se implementan guías como “75 Things White People Can Do for Racial Justice” y “Your Kids Are Not Too Young to Talk About Race” en las que aprenderás a ser compasivo y solidario.
En la Lockheed Martin Corporation, sus ejecutivos blancos fueron obligados a participar en un programa para expiar la culpa de ser caucásicos, deconstruyendo la “cultura de hombres blancos”. Organizado por White Men As Full Diversity Partners, una empresa especializada en lograr el “despertar” del opresor racial. Los fundadores de la firma han argumentado que los hombres blancos deben “trabajar duro para entender” su “privilegio blanco”, “privilegio masculino” y “privilegio heterosexual”, que termina brindándoles beneficios no ganados de manera justa y/o equitativa.
La Raytheon Technologies Corporation ha implementado las teorías de la justicia social crítica en su curso obligatorio de verano “Stronger Together”, donde el CEO de la segunda compañía contratista de defensa más grande del país, Greg Hayes, prometió «promover la diversidad» y «cultivar un cambio significativo para nuestra sociedad», y luego pidió a todos los empleados de Raytheon que firmaran el compromiso y verificaran sus propios prejuicios. Rufo nos explica que “En un taller titulado «Desarrollo de la alianza interseccional en el lugar de trabajo», la capacitadora en diversidad Rebecca York explicó a los empleados de Raytheon que la teórica racial crítica Kimberlé Crenshaw desarrolló el concepto de interseccionalidad para exponer «sistemas entrelazados de opresión» y «descomponer el poder en privilegio y marginación». Eso es lo que se le enseña actualmente a los empleados de la compañía.
The American Express Company, por su parte, ha lanzado un programa de capacitación en teoría crítica de la raza que enseña a los empleados que el capitalismo es fundamentalmente racista y les pide que deconstruyan sus identidades raciales y sexuales y se clasifiquen en una jerarquía de «privilegio». El programa de “Antiracist Initiative” fue lanzado luego de la muerte del delincuente George Floyd. Dice Rufo que, en una lección relacionada, American Express instruye a los empleados a cambiar su comportamiento en la oficina según su posición relativa en la jerarquía racial y sexual. Los capacitadores brindan un diagrama de flujo azul con reglas específicas para interactuar con empleados negros, mujeres y LGBTQ: si un miembro de un grupo subordinado está presente, los empleados deben practicar la «alianza interseccional» y ceder ante él antes de hablar. En otro folleto, las instrucciones para los empleados blancos son aún más explícitas: “identifica los privilegios o ventajas que tienes”; “no hables sobre los miembros de la comunidad negra y afroamericana”; “No se trata de tu intención, se trata del impacto que tiene tu accionar en tu colega”.
Lo mismo sucede en Bank of America, donde se ha implementado un programa de reeducación racial que afirma que Estados Unidos es un sistema de “supremacía blanca” y alienta a los empleados a “despertar en el trabajo de su letargo”, instruyendo a los empleados blancos en particular a “descolonizar sus mentes” y “ceder el poder a las personas de color”. Verizon lo mismo con su programa “Conscious Inclusion & Anti-Racism”, o Google con su “Allyship in Action” donde se afirma que “todos los estadounidenses son criados para ser racistas». CVC, Walmart, AT&T… la lista es escalofriante e interminable.
Y es que acá se ha llegado a un punto de no retorno, la podredumbre se acumuló durante demasiado tiempo y ahora el pus nos explota en la cara como cuando drenamos un acceso MRSA en la sala de emergencias. Dios, si existe, que nos pille confesados…
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