
Abel Ferrara es un esteta de la violencia, un cronista del violento Nueva York pre -Giuliani. Al menos sus dos principales cintas: King of New York (1990) y Bad Lieutenant (1992), repletas de excesos catárticos, así lo atestiguan. Ferrara es también una extensión ‘vastágica’ de Sam Peckinpah y Brian de Palma, y un predecesor de Tarantino.
King of New York, su primer “gran filme”, por así decirlo, es una pieza ‘testosterónica’, repleta de machos alfas que se matan entre sí por el más dulce de los elixires que mueven a la ambición humana: el poder (Freud erraba cuando apostaba por el sexo).
El gran Christopher Walken, miembro ilustre de la cofradía de los Marlon y los Dean, un animal de Strasberg, encabeza un reparto repleto de excelentes actores que, junto a las largas escenas de tiroteos y persecuciones, es lo mejor del filme.
Si te gustan las cintas de culto y la violencia, no puedes dejar de ver, entonces, a David Caruso volándole la cabeza a Larry Fishburne luego de que éste se despachara a Wesley Snipes…
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