La nostalgia no es sólo un género literario, una invención de Proust o Mishima. La nostalgia es también el horror del pasado, la memoria de la muerte por venir.
La noticia ocupa desde hace mucho tiempo un lugar secundario en los avatares de la vida. El hecho en sí es el hijo huérfano de la existencia. No importa lo que haya acontecido, lo único verdaderamente relevante es esa cosa que tengamos que decir o narrar sobre aquello que sucedió.
La nostalgia es la mayor hacedora de ficciones, porque todo lo que de una u otra forma amamos se tiñe de irrealidad tras deslizarse por la subjetividad de nuestra conciencia.
Publicado por